Ante la pérdida Jesús nos dice:
"Esos seres tan queridos para ti que llevas en el alma están a salvo en Mis brazos.
No temas, pues, ellos han ido a recibir su galardón.
Se fueron a descubrir nuevos horizontes, a gozar de días más radiantes.
Traspasaron la puerta y están del otro lado.
No los has perdido. No han desaparecido.
No has perdido su amor.
¡Están tan vivos como siempre!
Aunque no los veas ni puedas tocarlos, besarlos o contemplar su rostro, viven. ¡Viven!
Esta separación es momentánea, esta corta distancia que te separa de ellos desaparecerá. Cobra ánimo.
Consuélate y halla esperanza sabiendo que Yo lo hago todo bien.
Sea que dé o sea que quite, lo hago todo por amor.
Debes entender que toda situación, toda circunstancia, todo detalle, provienen de Mi mano.
Soy tu Padre, y no he hecho esto para lastimarte, destruirte o hacerte pedazos; lo he hecho por amor.
Aunque ahora no lo comprendas, es un gran honor para ti que me haya llevado en Mis brazos a tu querido tesoro.
Ven, pues, a Mis brazos. Recuesta tu cabeza cansada en Mi pecho. Encuentra calor, consuelo y ternura en Mi seno.
Deja que enjugue tus lágrimas y alivie tus heridas a besos."
QEPD Abuelita, sos mi ángel guardián y sé que seguís con nosotros en nuestros recuerdos, corazones y cuidándonos como siempre lo hacías, te amo, hasta siempre.
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